18 de agosto 2020
¿Es momento de agregar más acciones al portafolio?
Cuando pensamos invertir en acciones debemos tener un horizonte de largo plazo, dado que es una clase de activos que, sobre todo en el corto plazo, puede tener elevada volatilidad. Esto es algo que puede incomodar a inversores acostumbrados a la renta fija y vencimiento definido de los bonos(1). No obstante, con el paso del tiempo, esa volatilidad normalmente es recompensada con un retorno superior, tal como podemos apreciar en el gráfico 1.
Gráfico 1: rendimiento de la inversión hipotética de $1 en distintas clases de activos
Fuente: Morningstar 2018, Ibbotson SBBI. Inversión hipotética de USD 1 para el período 1998 – 2017.
Las acciones comunes representan una participación en la propiedad de una compañía. El tenedor de acciones es dueño de la firma en la proporción que corresponda, participando así de las ganancias de la compañía.
La fuente de rentabilidad para el inversor en acciones estará dada por los dividendos – en caso de que existan - y por la apreciación o depreciación de capital al fluctuar la cotización de la acción. La historia muestra que ambos componentes son importantes, tal como se aprecia en el gráfico 2.
Gráfico 2: descomposición del rendimiento histórico del S&P 500
Se calcula para el índice S&P 500. Fuente: JPMorgan, Guide to the markets Q3-2018, ibbotson, Standard & Poor´s
La cotización o precio de mercado de la acción de una compañía dependerá de la puja entre oferta y demanda de los distintos agentes del mercado financiero.
Son muchas las variables que influyen en el precio de las acciones. En este informe resumiremos, de forma simplificada, los dos principales tipos de análisis que llevan a cabo inversores profesionales para la toma de decisiones de inversión en acciones: el análisis fundamental y el análisis técnico.
El análisis fundamental, más cercano para el inversor promedio, busca diferencias entre el valor de la compañía y el precio de mercado de la acción, para así determinar si está subvaluada, sobrevaluada o justamente valuada. Es un conjunto de técnicas complejas, que implica hacer proyecciones en un mundo muy cambiante y lleno de incertidumbre. Utiliza métodos de descuento de los flujos de caja para estimar el valor de una firma, así como también de ratios para una valoración relativa. El más conocido es el que relaciona el precio de mercado con las ganancias corporativas (P/E por sus siglas en inglés).
¿Qué nos dice hoy el análisis fundamental? La pandemia tuvo un impacto negativo de magnitudes históricas. Las utilidades por acción (EPS por la sigla en inglés) de las compañías que integran el S&P 500 presentaron una caída de 36% durante el segundo trimestre del año, comparado con el mismo período del año anterior. Las previsiones eran peores, y muestra de ello es que más de 80% de las compañías reportaron resultados mejores a los estimados. Recuerde que en los mercados de capitales los resultados negativos menos malos de los proyectados son una noticia positiva y puede hacer que los precios se ajusten al alza.
Gráfico 3: Porcentaje de compañías cuyos resultados superaron lo proyectado (izq.); nivel del índice S&P 500 y utilidades por acción de las compañías que integran el S&P 500 (der.)
Las utilidades proyectadas para los próximos 12 meses parecen haber tocado fondo, como vemos en el gráfico 3 a la derecha, lo que es una buena noticia. Normalmente el mercado se adelanta a lo que pasará en la economía. Esta no fue la excepción, y, tal como muestra el mismo gráfico, el índice S&P 500 recuperó toda la caída del primer trimestre del año hasta incluso acercarse en las últimas jornadas a los máximos históricos que habían sido alcanzados en febrero.
La valoración relativa medida por el P/E nos muestra que hoy los inversores pagan en promedio 22 veces las ganancias de los próximos 12 meses de las compañías que integran el índice S&P500, un nivel por encima de la media de las últimas dos décadas, tal como se puede apreciar en el gráfico 4.
Gráfico 4: Valoración relativa. La relación entre el precio y las utilidades promedio de las compañías que integran el índice S&P 500.
Por otro lado, el análisis técnico, refiere al estudio del gráfico de la cotización de la acción. Dicha técnica busca, mediante la utilización de herramientas estadísticas, identificar tendencias para predecir y anticipar movimientos. Quienes la dominan actúan sobre la premisa de que lo que ocurrió en el pasado volverá a repetirse en el futuro.
¿Qué nos dice hoy el análisis técnico? En el caso del S&P 500, los niveles máximos anteriores, como el de febrero, son resistencias para continuar con las subas. Adicionalmente, el volumen de operaciones está actualmente en descenso, y eso indica un débil impulso para romper dicho máximo. Pero si lo rompe es un hito importante y una señal de que podría seguir hacia arriba.
En síntesis, desde la óptica de ambos tipos de análisis sobre las acciones, y centrándonos en el índice S&P 500, las señales no parecen tan claras para responder la pregunta ¿es momento de agregar más acciones al Portafolio? Sobre todo con una mirada de corto plazo.
En escenarios como los que estamos atravesando y con la reciente comprobación de que lo inesperado sucede, la proyección se vuelve un desafío importante, incluso para los inversores profesionales. Los mercados se mueven ante la aparición de nueva información que, por definición, no es conocida de antemano.
Considerando que el costo de NO estar invertido en acciones es enorme y que realizar el market timing es una estrategia que no suele ser exitosa por la dificultad de lograr consistentemente alto nivel de aciertos, recomendamos a los inversores permanecer invertidos, alcanzar el porcentaje de acciones correspondiente a su perfil de riesgo y no buscar anticipar los movimientos de mercado.
Según un artículo publicado recientemente por Bloomberg, aquellos inversores que se perdieron los 5 mejores días del S&P 500 en 2020, experimentarían una pérdida de 30% en comparación con aquellos que se mantuvieron invertidos durante todo el año. Previo a la corrección de febrero, el S&P 500 tuvo 13 caídas mayores a 20% en el último siglo. En todas ellas el índice finalmente se recuperó totalmente y, en promedio, superó su pico anterior en 68%(2).
Es importante volver a recordar principios básicos de las inversiones, como son la diversificación y lo que se denomina dollar cost averaging, una simple pero efectiva estrategia donde el inversionista divide el monto total que invertirá en compras periódicas, con el objetivo de reducir el impacto de la volatilidad en la compra general.
¿Cuáles son los riesgos que aparecen en el horizonte cercano? En primer lugar, un fuerte rebrote de enfermos por Coronavirus que lleve a los gobiernos a retomen medidas severas de confinamiento. Segundo, las elecciones en Estados Unidos, donde a priori una Casa Blanca Demócrata podría generar ruido en los mercados. Por último, pero no por ello menos importante, un incremento en la conflictividad de China y Estados Unidos, donde los tonos son cada vez más fuertes y distantes.
Referencias:
el lector debe saber que también existen bonos que tienen cupones variables y bonos perpetuos, es decir, sin vencimiento.
link a la página web de Bloomberg aquí
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