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  • Damiani

Informe de Mercados Financieros

15 de setiembre 2020

¿Estamos transitando una nueva era?


El año 2020 va a quedar marcado como uno de los más atípicos de nuestras vidas. Dentro de 10 o 20 años miraremos hacia atrás y lo recordaremos como un punto de inflexión con implicancias importantísimas en lo personal, así como para humanidad, tal como ocurrió con la caída del muro de Berlín o el atentado a las Torres Gemelas.

The Economist en su última edición dice que con la pandemia empezó una nueva Era de intervención estatal en la economía y en los mercados financieros.


La baja inflación es la razón fundamental para no preocuparse por el aumento de la deuda pública, que, gracias a una política monetaria súper expansiva y de tasas en cero, ahora cuesta tan poco que parece dinero gratis. (1)


Los Bancos Centrales con sus compras de bonos gubernamentales han sido quienes financiaron los estímulos sin precedentes que vienen aplicando los Estados. Existen estudios que estiman que el monto de los estímulos asciende a 17% del PBI mundial (2).


Algunas de las principales autoridades bancocentralistas ya habían, luego de la crisis financiera de 2008, bajado las tasas de referencia a niveles de, en ocasiones, bajo cero. Adicionalmente aplicaron medidas de quantitative easing, una política monetaria llevada adelante cuando las políticas tradicionales no tiene el impacto esperado; que consiste mayormente en comprar bonos soberanos y, en algunos casos, también corporativos, aumentando su precio y bajando su rendimiento.


Pero el aumento de estas tenencias durante 2020 ha sido espectacular, tal como se muestra en el gráfico 1. Recordemos que la contrapartida de adquirir los bonos es una mayor cantidad de moneda en circulación en la economía.



Gráfico 1: Hoja de Balance de los principales Bancos Centrales del mundo como porcentaje del Producto Bruto Interno

Fuente de la imagen: Bloomberg 9 de setiembre 2020



Es probable que esta tendencia de inyección de liquidez se mantenga. La Reserva Federal, que mantiene actualmente el 20,6% de la deuda emita por el Gobierno de ese país, todavía tiene mucho espacio para seguir avanzando si lo compramos con otros desarrollados, como el Banco Central de Japón o el Banco de Inglaterra, que poseen el 52,1% y 33,4% respectivamente. (3)


En la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos se introdujo un cambio sutil pero importante en la manera de conducir la política monetaria. La FED adoptará un objetivo flexible de inflación de, en promedio, 2%. Es decir, no se apurará a subir las tasas cuando haya indicios de riesgo inflacionario. En otras palabras, la política monetaria se mantendrá acomodativa por mucho tiempo. Lo que posiblemente desembocará en tasas de interés reales de mercado más negativas aún.



Gráfico 2: Evolución de la inflación interanual de principales países desarrollados y emergentes


La revista The Economist agrega que mientras las expectativas de inflación sigan bajas, los déficits y la impresión de dinero pueden convertirse en herramientas estándar durante décadas. Cuando el dinero es gratis, ¿por qué no rescatar empresas, proteger trabajos obsoletos y salvar inversores? Sin embargo, añade que, aunque eso proporcionaría un breve estímulo, es una receta para mercados distorsionados, comportamientos inadecuados (riesgo moral) y bajo nivel de crecimiento. La nueva era presenta graves riesgos, si la inflación salta inesperadamente, todo el edificio de la deuda se sacudirá, ya que los bancos centrales podrían subir sus tipos de interés. (1)


En momentos de elevada incertidumbre como los actuales debemos tener presente los siguientes cinco principios a la hora de invertir:


  • Primero: definir un objetivo de inversión para la cartera. El portafolio del inversor que tiene la necesidad de los fondos en el corto plazo no tendrá la misma composición de activos que aquel que está pensando en dejarle el patrimonio a la próxima generación y tiene el tiempo a su favor.


  • Segundo: mantenerse invertidos. Los inversores no deben intentar adivinar o adelantarse a lo que ocurrirá con el mercado. Hacer “market timing” puede ser muy costoso en términos de rentabilidad futura. Normalmente en los mercados de capitales importa más el tiempo de permanencia que el punto de entrada.


  • Tercero: no dejarse llevar por los titulares negativos. Siempre hay una razón para no invertir en el mercado. Normalmente las oportunidades surgen cuando los inversores se muestran más pesimistas, es en las crisis donde ha florecido mucha de la innovación que hoy conocemos.


  • Cuarto: la diversificación aporta valor. En los últimos 20 años atravesamos crisis muy severas y momentos espectaculares del mercado. Un portafolio diversificado en varios activos, sectores, regiones, etc. ayudó a transitar este camino de mucho mejor manera.


  • Cinco: evitar prestar demasiada atención al corto plazo. Este punto es sumamente complicado de sobrellevar para los inversores. Sobre todo, para aquellos que no se sienten a gusto y no logran congeniar sus objetivos de inversión con los activos en los que invierten.


 
  • Referencias:



(3) New Capital Funds, 8 de setiembre 2020.

 



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