La semana estuvo dominada por la victoria de Donald Trump, quien será nuevamente el presidente de Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2025. La reacción del mercado financiero fue fenomenal.
Las acciones estadounidenses con la mejor performance diaria post elección de la historia, con +2% para índice S&P 500. Inversores especulan que las futuras políticas económicas, con recortes de impuestos y apoyo a la industria nacional, desenlace en mayores ganancias corporativas. Trump ha abogado por reducir la tasa del impuesto sobre la renta corporativa del 21% al 15%.
Los bonos cayeron de precio hasta -2% para el caso del Tesoro a 10 años de plazo por temores de que estas medidas empeoren el ya abultado déficit fiscal y ponga presión sobre el trabajo que está haciendo la Reserva Federal (Fed) de reducir la inflación. El aumento de las tarifas externas, una bandera que Trump ha repetido en su campaña, usualmente termina en incremento de los precios domésticos.
Respecto de la Fed, ayer recortó su tasa de referencia, la de cortísimo plazo, por segunda vez en el año como esperaban los participantes del mercado. El presidente de la institución, Jerome Powell, dijo que la elección no tendrá efecto en la política monetaria de corto plazo, queriendo manifestar que continuaran reduciendo la tasa, y que no renunciará si Trump se lo pide.
En el entorno de tasas de interés de corto plazo decrecientes recomendamos a inversores que aprovechen a invertir el exceso de liquidez para asegurar niveles de rentabilidad actuales atractivos.
Imagen: histórico del retorno de la bolsa estadounidense el día después de las elecciones en el país.
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