La inteligencia artificial suena algo ajeno para muchos de nosotros, pero la realidad es que ya es parte de nuestra vida cotidiana. Ejemplos sobran, desde usar el celular, elegir una serie en la televisión, o hacernos un examen médico. Los expertos aseguran que esta tecnología recién está en su etapa inicial y auguran mayor impacto económico que la revolución industrial. En lo que respecta a infraestructura, el componente más importante para la implementación es el microchip, y en eso, Nvidia se ha convertido en el Rey.
La Inteligencia Artificial es la habilidad de un programa para pensar y aprender como un humano. Implica entrenar a las máquinas para ver, escuchar, aprender, razonar, decidir y actuar.
Se popularizó con el lanzamiento de ChatGpt en a finales de 2022, un prototipo de chatbot desarrollado por la compañía OpenAI, que se especializa en el diálogo. En tan solo dos meses logró la marca de 100 millones de usuarios.
Por su parte, Nvidia, una compañía fundada en 1993, que, según los expertos, fabrica actualmente el microchip con mejor poder computacional (procesa una enorme cantidad de información a alta velocidad), se volvió el centro de la atención en 2023, porque es parte fundamental de la infraestructura donde se apalanca el desarrollo de la Inteligencia Artificial.
Tal es el furor por esta nueva tecnología que las acciones de Nvidia, que cotizan en la bolsa de Estados Unidos, multiplicaron por su precio por 5 en los últimos 15 meses, dejándola en el top 5 de compañías más valiosas del mercado, superando a Amazon y Meta (ex Facebook).
Esta semana Nvidia publicó sus resultados financieros trimestrales, así como la proyección hacia adelante. Sus ventas se incrementaron 125% en el último año hasta USD 61 mil millones y los analistas esperan que se tripliquen en los próximos cuatro años (ver imagen).
Nvidia controla el 80% del mercado de data centers de Inteligencia Artificial operados por Amazon, Google y Microsoft. Por el momento su tecnología de avanzada es una ventaja competitiva frente a sus rivales, las compañías Advance Micro Devices e Intel.
Veremos cómo sigue. El inversor en Nvidia debe ser cuidadoso y seguirlo de cerca. Con las nuevas tecnologías usualmente se sobre estiman las implicancias de corto plazo y se subestiman las de largo.