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  • Martín Carrasco

Informe de mercados financieros

En el hemisferio norte es verano. Para los mercados financieros internacionales eso implica que la actividad disminuye, volviendo a normalizarse en octubre.


Eso no impidió que a principios de mes viéramos un traspié, con caídas en las cotizaciones de los activos más riesgosos como no se veía desde hace tiempo. Aunque luego, conforme el paso de los días, se fueron recuperando.


El desencadenante de esa corrección fue un decepcionante dato de empleo en Estados Unidos, cuestionando la consensuada visión de los analistas de que la economía más importante del mundo evitará una recesión en los próximos meses.


Lo anterior fue alimentado por la decisión del Banco Central de Japón que resolvió incrementar su tasa de política monetaria, y, como consecuencia, haciendo apreciar a la moneda de ese país frente a sus pares. Inversores en activos riesgosos y apalancados con deuda en yenes tuvieron que desarmar estas posiciones para cubrir los márgenes. Posiblemente también se haya disparado alguna venta automática, lo que explica la verticalidad de la caída en las cotizaciones.


Imagen 1: Rendimientos de activos en 2024 (Bloomberg, 22 agosto 2024).


Hacia adelante el foco se mantiene en como actuará la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), y, en particular, qué decisión toman sus autoridades respecto de la trayectoria de la tasa de interés de referencia, una variable muy influyente en los precios de los activos financieros.


Al respecto, los participantes del mercado esperan que comiencen las bajas a mediados del mes que viene, en lo que sería el primer recorte desde la irrupción de la pandemia de covid en marzo 2020, cuando se llevó a 0,25% y se mantuvo allí hasta 2022, año en el que comenzó el ciclo de subas que la dejó en el 5,5% actual. Lleva en ese nivel desde julio de 2023.


La cuestión importante, en términos de impacto en las carteras de inversión, es el motivo, en el entendido de que si es una baja para rescatar una economía en recesión o si la baja es para normalizar desde niveles que son un viento en contra muy fuerte para el correcto funcionamiento de la economía. El mercado por ahora se inclina por lo segundo, un escenario claramente más benigno que el primero.


Imagen 2: Evolución de la tasa de referencia de la Fed y la expectativa de inversionistas sobre el nivel al cual culminará este año 2024:



En los últimos dos años la inflación se ha desacelerado y se acerca al objetivo de 2% anual (2,9% según el último dato de julio) y algunos datos de empleo comienzan a mostrar deterioro, aunque por ahora no hay destrucción de los puestos de trabajo, sino desaceleración del crecimiento.


Si se concreta la baja de la tasa de referencia en setiembre, ello daría comienzo a un nuevo ciclo de política monetaria, seguramente entre los eventos más influyentes del año para los mercados financieros.


Los inversores usualmente se adelantan, y, anticipando esta movida de la Fed, el dólar cayó a niveles más bajos del año frente a sus pares y el oro llegó a operar en $ 2.550 por onza por primera vez en su historia.


Imagen 3: El dólar frente a sus principales pares (EUR, GBP, YEN, etc) y la cotización del oro.



El este contexto de crecimiento económico más lento, pero no recesivo, mantenemos nuestra visión positiva para las dos clases tradicionales de activos, tanto bonos como acciones para el mediano plazo. Somos optimistas con las inversiones financieras para los próximos años, y sugerimos a quienes tienen exceso de cash que aprovechen las tasas actuales para fijar buenos niveles de retorno para adelante.


Si la historia sirve como guía, cuando no hubo recesión, el reconocido índice de acciones estadounidenses S&P 500 subió 17% en promedio en los 12 meses posteriores a la primera baja de tasas de la Fed*. Por su parte, para el caso de los bonos, el índice de bonos del Tesoro subió 9% anualizado en períodos de ciclo de baja de tasa de interés de la Fed que sucedieron desde los 90´**.


El principal riesgo que vemos es que hoy la mayoría del mercado comparte esta visión de aterrizaje suave de la economía. Por tanto, los precios de los activos - sobre todo en la de las acciones - no incorporan un escenario adverso y recesivo, que, en caso de materializarse, podría significar correcciones significativas en las valuaciones. Por tanto, para el corto plazo, aquellos quienes quieran protección, pueden incorporar estrategias de stop loss, opciones o con exposición a oro.

 

*según datos de Banco UBS, 21/08/2024.

**índice Bloomberg US Aggregate. Retorno anualizado en el ciclo: Jun89-set92 (12,1%), ene 01-jun03 (9,1%), set07-dic08 (6,8%) y ago19-mar20 (8,3%).

 

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